jueves, 11 de febrero de 2010

EL MODELO CONTEXTUAL–CRÍTICO DE FORMACIÓN COMO REFERENTE TEÓRICO DE LA FORMACIÓN DE FORMADORES

Ferrández (1989, 1995, 1997) nos ofrece un modelo de formación dentro de este enfoque: Modelo contextual crítico de formación. No vamos a aportar nada nuevo sobre él, sino sencillamente retomar mínimamente su descripción. En él se pueden observar cuatro elementos fundamentales clave: a) campo de la formación inicial (dominio de la estructura científico cultural, pedagógica y contextual); b) ámbito de la formación permanente (dominio de análisis de procesos, resultados y prospectiva); c) proceso permanente de innovación y d) contexto referencial de los ámbitos ocupacional y profesional cuya sustantividad es preparar para la flexibilidad y la acción innovadora. Se forma al formador para que, en principio, diagnostique la acción del entorno en la que ha de desarrollarse la profesión o cumplirá con las funciones de su puesto de trabajo. La situación física y social varia y el hombre ha de asimilarla y acomodarse para sacar partido personal y social (Ferrández y Tejada, 1998). El formador, conocedor del contexto, se sitúa en estado de alerta, reflexiona sobre la realidad fenomenológica y toma de decisiones para facilitar la adaptación del discente a la realidad y darle pistas de participación y transformación.

El modelo que se presenta en el ideograma siguiente, se conforma como una evolución del original (Ferrández, 1995, Ferrández y Tejada, 1998), aparte de los flujos que van relacionando los distintos elementos, los priorizan o los subordinan, exige previamente detenerse en los cuatro fundamentos claves que dan estructura global y lógica interna al modelo:

1º.- Campo de formación inicial especificado en los siguientes procesos:

  • Dominio de la estructura técnico y cultural, es decir, lo que habitualmente se conoce como contenidos de las disciplinas del curriculum.
  • Conocimiento de las estructuras psicopedagógicas que constituyen las bases del curriculum.
  • Práctica de la realidad social y económica del mundo global; mundo del trabajo.

2º.- Ámbito de la formación permanente que, a su vez, también se especifica en:

  • Dominio de las técnicas de análisis del proceso (técnicas de seguimiento y toma de decisiones). Se basa fundamentalmente en la reflexión crítica "in facto".
  • Dominio de las técnicas de análisis de los resultados (procesos de contrastación entre perfiles profesionales y demandas del mercado laboral). La dimensión socioeconómica es la base de la reflexión "ex post facto".
  • Conocimiento puntual y prospectivo de las tendencias socioculturales respecto a las demandas y exigencias para ejercer profesiones u ocupar puestos de trabajo.

3º.- Proceso permanente de innovación de estrategias de acción que requiere la movilidad laboral como base adaptativa y renovadora.

4º.- Contexto referencial a los ámbitos de exigencia profesional y ocupacional (necesidades).

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