sábado, 30 de abril de 2011

LA ASERTIVIDAD EN LA EDUCACIÓN

Existe un estilo que recibe el nombre de asertivo, que consiste en autoafirmar tus propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. Esto supone la búsqueda de la calidad en las relaciones, tomando como apoyo la honestidad, el reconocimiento de los límites y las posibilidades propios y ajenos y el interés por conjugar la consecución de objetivos con el mantenimiento o la mejora de la propia autoestima y la de los demás.

La asertividad es un modo de afrontar determinadas situaciones que varía en función de las mismas y de la opción de las personas. El estilo de interacción y la capacidad para relacionarse se aprenden, se pueden identificar sus diferentes aspectos, son cambiantes y optimizables.

Estos tres estilos de comunicación se traducen en estrategias verbales y no verbales de comunicación. Así:

- Estilo inhibido: tono de voz titubeante, posturas tensas ,expresiones inseguras.

- Estilo agresivo: gestos, tonos de voz y expresiones verbales impositivas; predominio de mensajes en segunda persona.

- Estilo asertivo: tonos de voz, gestos y expresiones verbales firmes, directas, honestas y abiertas; predominio de mensajes en primera persona.

Pasamos ahora a la asertividad como actitud en la relación de ayuda.

Las propuestas teóricas sobre la asertividad tienen diferentes matices. En la Psicología social se pone el acento en las relaciones interpersonales, es decir, la asertividad forma parte del estilo de interacción de ambos. La Psicología clínica insiste, sin embargo, en la terapia de comportamiento, la asertividad se toma como una capacidad a desarrollar en el destinatario de la acción terapéutica.

La asertividad se presenta como un instrumento educativo-terapeútico y como objetivo de la intervención respecto a las capacidades de los destinatarios de la misma. Comunicarse asertivamente y ayudar a desarrollar un estilo de interacción asertivo son ingredientes indisolubles de la acción del educador social.

La asertividad es un estilo de interacción cuya conceptualización incorpora ingredientes que definen actitudes. Desarrollar un estolo de interacción asertivo supone generar una actitud favorable aun tipo de relación con los otros basado en el equilibrio entre sus derechos y los nuestros.

El desarrollo de la asertividad como recurso del educador en la relación de ayuda o como estilo de relación de cualquier persona supone tres líneas de trabajo complementarias:

- En lo cognitivo, ayuda a desenmascarar y eliminar ideas irracionales acerca de las relaciones sociales y a construir un sistema de pensamiento basado en los llamados “derechos asertivos”.

- En lo emocional, ayuda a reconocer y manejar las propias emociones, mediante estrategias de autocontrol emocional.

- En lo comportamental, ayuda a comunicarse de modo socialmente efectivo mediante el desarrollo de habilidades de interacción o de comunicación denominadas “ habilidades sociales” (expresión comportamental de una actitud asertiva).

Pensar y ayudar a pensar asertivamente:

El estilo asertivo se caracteriza por la reducción de ideas irracionales (= modos erróneos de percibir, valorar, enjuiciar o razonar erróneos, fuente de infelicidad). La mayoría de estas ideas están estudiadas por la psicología social como errores de atribución o sesgos perceptivos tales como ver las cosas en términos de todo o nada, interpretar el pensamiento ajeno o generalizar.

Pensar asertivamente y ayudar a hacerlo además de esto supone construir y ayudar a construir un modo de pensar que favorezca la interacción entre los propios derechos y los ajenos (derechos asertivos).

Se habla de derecho asertivo en el sentido de que cualquier ser humano, puede asumir libremente la decisión y/o responsabilidad derivada de su ejercicio. Nadie puede obligar a otro ser humano a no equivocarse o a sentir una determinada emoción. En cualquier caso se le puede pedir que asuma las consecuencias derivadas de ello.

Precisamente el equilibrio entre libertad y responsabilidad es la calve de esta propuesta. Sólo desde la aceptación del derecho a equivocarse le podremos ayudar a responsabilizarse del ejercicio de esos derechos, a valorar y a elegir aquello que más beneficie a las personas con las que trabajamos.

El objetivo último de la relación de ayuda no es lograr a toda costa que la persona haga determinadas cosas que son de utilidad desde el punto de vista del educador. Lo que el educador busca es que la persona desarrolle su capacidad para valorar y optar por aquello que le ayuda de verdad.

En general, un estilo agresivo coincide con la afirmación de los propios derechos en detrimento de los demás y el estilo de relación inhibido suele llevar asociada la falta de convicción en los propios derechos. Un estilo de interacción asertivo busca conjugar el ejercicio de los propios derechos y el respeto de los ajenos.

Sentir y ayudar a sentir asertivamente

Una persona que maneja sus emociones no las niega, sino que es capaz de disfrutar de la riqueza de sentirlas y, además, hace lo posible por ponerlas al servicio de su propio bienestar y de los que están cerca.

Un educador que quiera convertir sus relacione educativas en verdaderas relaciones de ayuda a de manejar cuidadosamente sus propias emociones, expresarlas cuando sea pertinente y hacerlo de modo adecuado. Con ello estará ofreciendo un modelo que realmente ayudará al crecimiento emocional de los educandos.

Comunicarse y ayudar a comunicarse asertivamente

La asertividad se expresa en un estilo de comunicación cuyas características se pueden identificar y aprender.

Se trata de conocer y cambiar determinados errores que cometemos a la hora de comunicarnos. Estos modos erróneos de comunicación se pueden cambiar o mejorar con las mismas estrategias

El modelado y la práctica son pues, las metodologías habituales de los programas de habilidades sociales. Su contenido va desde el desarrollo de habilidades básicas hasta la mejora de la capacidad para afrontar situaciones educativas.

Todas estas habilidades son fundamentales para ayudar a otras personas desde la relación interpersonal. Garantizar su aprendizaje es una tarea muy importante en la formación del educador por dos motivos:

- la práctica de la educación social exige afrontar situaciones para las que ese aprendizaje natural no nos ha preparado por lo que el educador debe tener una preparación especial para la comunicación asertiva.

- Es frecuente que los quieren ayudar a mejorar los modos de pensar, sentir y comunicarse de niños adolescentes propongan programas de habilidades sociales. En este caso es básico que el educador tenga una sólida formación al respecto. El modelo de relación que ofrezca puede incidir más significativamente en el desarrollo de las habilidades sociales de las personas con las que trabaje que en un programa de habilidades sociales carente de un modelo educativo claro en este sentido.

Después de este paso por las competencias sociales del educador, se hace una reflexión acerca del sentido de lo propuesto.

Las habilidades sociales son una necesidad técnica. El educador debe conocer y manejar adecuadamente su modo de pensar, sentir y comunicarse, herramientas clave para una relación de ayuda valiosa y cualificada. Pero detrás de estas herramientas se esconde una propuesta ética, un modelo de persona y de relación educativa que les da sentido.

viernes, 29 de abril de 2011

EL FORMADOR CREATIVO ANTE LAS SITUACIONES ADVERSAS

Como todos sabemos, el mundo está repleto de oposiciones, y por supuesto, cualquier atributo, concepto o idea serían muy difíciles de entender, o directamente de entrar en el sistema semiótico y tener sentido, sin su contrario. ¿O cómo definiría la belleza sin la fealdad, el día sin la noche?

El creativo Charles Thompson ha desarrollado algunas técnicas sobre como aprovechar este modelo binario de oposiciones con el fin de aumentar nuestra creatividad. Veamos su metodología y algunos de sus conceptos.

Lao-Tzu escribió el Tao te Ching para enfatizar la necesidad de que un líder que intentaba ser exitoso, pudiera ver y entender las oposiciones por todas partes. Dos conceptos formulados son especialmente importantes:

1. El líder, digamos el formador, sabio sabe cómo ser creativo. Para dirigir, el líder primero aprende a seguir.

2. Para prosperar, el líder (formador) simplemente aprende a vivir. En ambos casos, es la misma interacción la fuente de creatividad.

Todo comportamiento se compone de contrarios. Por eso, sería interesante que aprendamos a ver las cosas desde atrás, dentro, fuera, y al revés.

La metodología

En orden de llevar todo esto a la práctica, se deberían tener en cuanta los siguientes siete puntos:

1. Piense el problema al revés. Cambie una afirmación positiva por una negativa, y viceversa.

2. Intente definir lo que no es.

3. Vea aquello que los demás no ven, para comenzar a resolverlo desde allí.

4. Utilice el método "que pasaría si…" como brújula.

5. Cambie la dirección o la ubicación de su perspectiva.

6. Piense lo que haría si está buscando el resultado opuesto

7. Torne la derrota en victoria o la victoria en derrota

Entendiendo cada punto

Vemos a que se refieren más concretamente cada uno de los puntos:

1. Cambiando la afirmación positiva en negativa

Por ejemplo, si se encuentra tratando con alguna persona que esté a cargo de los Servicios al Cliente de una empresa, pero que no logra responderle satisfactoriamente, hágase una lista completa de lo que podría hacer ese servicio si fuera verdaderamente muy malo.

Posiblemente, se sorprenda agradablemente al ver algunas de las cosas que en realidad se están haciendo bien, y pueda ser más conciliador con esta persona, o bien esté seguro de sus razones y de la falta de un buen, servicio, lo cual se podrá expresar mucho más claramente.

2. Descarte selectivo

Para no perder el tiempo en la búsqueda de soluciones, sepa primero cuales son las cosas que no es necesario modificar, y consecuentemente ocuparse de ellas. Entienda cual es la verdadera causa y descarte de sus pensamientos aquellas que no necesitan ser tomadas en cuenta

3. Haciendo lo que nadie más hace

Por ejemplo, los japoneses introdujeron cambios trascendentales en los relojes, al crear el reloj de cuarzo, que la industria suiza, pionera hasta ese momento de la industria del reloj (a cuerda), jamás imaginó.

4. El método "que pasaría si…": la mejor guía

Se debe hacer una lista de pares de acciones opuestas, que podrían ser aplicadas al problema. Sólo se debe preguntar a su mismo "que pasaría si yo…" y conectar esta frase con cada uno de los pares de oposiciones. Como ejemplo:

Es personal/es general

Se estira/se encoge

Se congela/se derrite

5. Desde otro ángulo

Cambie radicalmente la perspectiva, incluso mediante el cambio de posición física. Aborde el problema caminando alrededor del mismo, o haciendo alguna concepción diferente a las habituales.

6. Otro resultado para un mismo objetivo

Si, por ejemplo, quiere aumentar la participación en la clase, piense sobre como podrían disminuir las mismas. ¿Qué tendría que hacer para que suceda esto último? El contrario a esta respuesta podría ser la solución.

7. No hay mal que por bien no venga…

Si algo sale mal, piense en de los aspectos positivos de la situación. Si se reprobó un examen o salió mal una clase ¿Qué se sacó en positivo de esto? ¡Que ahora ya sabe mejor como podrían desarrollarse otras situaciones similares, y seguramente estará más preparado para las mismas!