La "Teoría del Aprendizaje Experimental", expuesta por David Kolb, se basa en 4 etapas sucesivas:
1) Experiencia.
2) Reflexión.
3) Conceptualización.
4) Acción.
Estas cuatro etapas cierran un ciclo de forma que cada étapa se retroalimenta de la anterior.
Kolb descubrió que cada persona tiende a preferir una o varias de estas etapas y no todas. A partir de este hecho, definió cuatro diferentes estilos de aprendizaje que se corresponden con la preferencia de cada una de las cuatro etapas descritas: Activista, Reflexivo, Teórico y Pragmático.
Alumnos Activos.
Prefieren la primera etapa, la Experiencia.
Los alumnos activos se involucran totalmente y sin prejuicios en las experiencias nuevas. Disfrutan el momento presente y se dejan llevar por los acontecimientos. Suelen ser entusiastas ante lo nuevo y tienden a actuar primero y pensar después en las consecuencias. Llenan sus días de actividades y tan pronto disminuye el encanto de una de ellas se lanzan a la siguiente. Les aburre ocuparse de planes a largo plazo y consolidar los proyectos, les gusta trabajar rodeados de gente, pero siendo el centro de las actividades.
Los activos aprenden mejor:
- Cuando se lanzan a una actividad que les presente un desafío.
- Cuando realizan actividades cortas y de resultado inmediato.
- Cuando hay emoción, drama y crisis.
Les cuesta más trabajo aprender:
- Cuando tienen que adoptar un papel pasivo.
- Cuando tienen que asimilar, analizar e interpretar datos.
- Cuando tienen que trabajar solos.
La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es: ¿Cómo?
Alumnos Reflexivos.
Prefieren la segunda etapa, la Reflexión.
Los alumnos reflexivos tienden a adoptar la postura de un observador que analiza sus experiencias desde muchas perspectivas distintas. Recogen datos y los analizan detalladamente antes de llegar a una conclusión. Para ellos lo más importante es esa recogida de datos y su análisis concienzudo, así que procuran posponer las conclusiones todos lo que pueden. Son precavidos y analizan todas las implicaciones de cualquier acción antes de ponerse en movimiento. En las reuniones observan y escuchan antes de hablar, procurando pasar desapercibidos.
Los alumnos reflexivos aprenden mejor:
- Cuando pueden adoptar la postura del observador
- Cuando pueden ofrecer observaciones y analizar la situación
- Cuando pueden pensar antes de actuar
Les cuesta más aprender:
- Cuando se les fuerza a convertirse en el centro de la atención.
- Cuando se les apresura de una actividad a otra.
- Cuando tienen que actuar sin poder planificar previamente.
La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es: ¿Por qué?
Alumnos Teóricos.
Prefieren la tercera etapa, la Conceptualización.
Los alumnos teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan en teorías complejas y bien fundamentadas lógicamente. Piensan de forma secuencial y paso a paso, integrando hechos dispares en teorías coherentes. Les gusta analizar y sintetizar la información y su sistema de valores premia la lógica y la racionalidad. Se sienten incómodos con los juicios subjetivos, las técnicas de pensamiento lateral y las actividades faltas de lógica clara.
Los alumnos teóricos aprenden mejor:
- A partir de modelos, teorías, sistemas.
- Con ideas y conceptos que presenten un desafío.
- Cuando tienen oportunidad de preguntar e indagar.
Les cuesta más aprender:
- Con actividades que impliquen ambigüedad e incertidumbre.
- En situaciones que enfaticen las emociones y los sentimientos.
- En cuando tienen que actuar sin un fundamento teórico.
La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es: ¿Qué?
Alumnos Pragmaticos.
Prefieren la cuarta etapa, la Acción.
A los alumnos pragmáticos les gusta probar ideas, teorías y técnicas nuevas, y comprobar si funcionan en la práctica. Les gusta buscar ideas y ponerlas en práctica inmediatamente, les aburren e impacientan las largas discusiones discutiendo la misma idea de forma interminable. Son básicamente gente práctica, apegada a la realidad, a la que le gusta tomar decisiones y resolver problemas. Los problemas son un desafío y siempre están buscando una manera mejor de hacer las cosas.
Los alumnos pragmáticos aprenden mejor:
- Con actividades que relacionen la teoría y la práctica.
- Cuando ven a los demás hacer algo.
- Cuando tienen la posibilidad de poner en práctica inmediatamente lo que han aprendido.
Les cuesta más aprender:
- Cuando lo que aprenden no se relacionan con sus necesidades inmediatas.
- Con aquellas actividades que no tienen una finalidad aparente.
- Cuando lo que hacen no está relacionado con la 'realidad'.
La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es: ¿Qué pasaría si...?
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